El mundo cofrade isleño ha perdido un gran baluarte. En la madrugada de ayer falleció el cofrade de la Vera-Cruz, Manuel Fando Aparicio. Aquejado de una grave enfermedad, ingresó la última semana de septiembre en el Hospital Puerta del Mar, donde pasó sus últimos días. La noticia de su muerte corrió como la pólvora en el mundo cofrade. Durante la madrugada ya llegaba la fatídica noticia a los móviles a través de mensajes cortos o llamadas que estremecían sólo escucharla.
Manolo Fando había entregado su vida a su familia, la hermandad de la Vera-Cruz y a la parroquia del Santo Cristo. Joven, simpático, servicial, amigo de sus amigos. Fando abandonó el mundo terrenal y hoy se celebrará la misa funeral en la iglesia del Santo Cristo. Manuel Fando volvió a vestir un año más la túnica de su querida hermandad de la Vera-Cruz este año, a cuya junta de gobierno perteneció durante décadas, aunque tras salir de la misma, siguió colaborando con la actual.
Fue tras la Semana Santa cuando se le descubrió la grave enfermedad que padecía, pero a pesar de ello, continuó trabajando y dando ejemplo de su tesón y fortaleza hasta el último día. Tanto es así, que el pasado 14 de septiembre, se revistió con el alba y ayudó al párroco del Santo Cristo en la ceremonia de hermanamiento de las hermandades de Vera-Cruz y Nazareno. Una semana después, ingresó en el hospital y eran muchos los que esperaban el triste desenlace, tras el acelerado deterioro que sufría su salud.
Los restos mortales de Manuel Fando Aparicio serán despedidos durante la misa funeral que comenzará a las diez de la mañana en la iglesia del Santo Cristo. Las reducidas dimensiones de la capilla de la Vera-Cruz hacen imposible la celebración de la ceremonia en la misma, como era el deseo de sus amigos y seguramente de él mismo, grande devoto del Cristo de la Vera Cruz y de la Virgen del Mayor Dolor.
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